martes, mayo 26, 2009

Doble vida

El culto había estado bien, era bueno sentir que la gente te miraba, era bueno sentir que la gente te alababa, era bueno sentir que te envidiaban. Estos eran los pensamientos de Andres mientras salia de la iglesia luego de la misa de 12.

Poder, eso es lo que todos queremos eso es lo que todos anhelamos y eso era lo que el había obtenido el poder suficiente para acallar las voces de su familia y las suyas propias, no es fácil ser gay y católico al tiempo, siempre escondiéndote de los ojos entrometidos, disimular y no mirar demasiado al nuevo chico del coro.


Su vida era un torbellino al comienzo iba a la iglesia por que su padre hace poco la había descubierto y entre el tedio de estar en casa pensando en su ex o escuchar al anciano párroco, pensó que al menos el anciano le mantendría pensando en otras cosas, y fue verdad las historias de pastores y guerras, calmaban su dolor y lo transportaban a otro tiempo, y así poco a poco le fue cogiendo la costumbre a eso de la iglesia, incluso hasta llego a pensar en que era sucio ser gay y que podría cambiar, así que se dedico con todo su empeño a no pensar en mas hombres a no mirarlos por la calle, a no dejar de pasar canales en la tv cuando salia uno con el pecho desnudo, cada día era una lucha, cada noche una derrota, pero al siguiente día volvía a empezar.

- Alo, andres?

- Hola, juan

- Hace tiempo que no te vemos por la disco, estas bien?

- Seguro, es solo que he estado ocupado

- Veo, veo, de cuando acá te convertiste en el señor ocupado?

- vamos, juan no seas así, es solo que..

- Que te olvidaste de tus amigos

y de repente andres, escucho como colgaban el teléfono del otro lado, clásico de juan siempre haciendo las cosas de la manera mas teatral posible, exagerando por todo, igual el solo había dejado de ir 2 o 3 meses, ademas no quería volver a saber de esa vida, y estaba seguro que si volvía a un bar gay, sus esfuerzos se verían diezmados, volvería caer en manos de la tentación.



10 a.m clase de economía, andres miraba reflexivamente el techo mientras su maestro decía algo sobre la repartición de los bienes y servicios, pensaba en despedirse pensaba en que había dejado esa vida y estaba contento por ello pero aun así había gente a la que debía mucho y quería despedirse de ellos. Primero que todo juan al que ni siquiera se había dignado volver a llamar desde que le colgó hace un mes, también rodrigo, gonzalo y por ultimo sergio. Estaba seguro que al hablar con ellos le dirían que el mejor lugar era la disco, igual era el único sitio donde podían ser ellos mismos, pero no importaba el estaba envestido por el señor y no volvería a caer en pecado.

Juan lo saludo con un suave hola bebe, mientras los demás simplemente le estrecharon la mano. bebió un par de copas, rió como no había reído hace tiempo, y como era obvio eventualmente sintió la necesidad de ir al baño, a la salida alguien dijo su nombre y al voltear a mirar vio a pedro y sintió como un sudor frió recorrió su cuerpo, andres era un hombre apuesto y nunca había tenido problemas para conquistar a nadie, pero con pedro fue otra cosa, siempre estaba dispuesto a salir con el, pero en cada oportunidad era tan callado, tan dentro de si mismo, tan hermoso, tan difícil de descifrar, que nunca se atrevió a decirle cuanto le gustaba.

Continua en: Doble vida 2

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